Este es un
tema aparte que debo comentar. Con mi operación todo salió perfecto. Me
desprendí de lo que me hacía daño, pero provocó una menopausia prematura, de la
que mucho me habían hablado y también asustado, sobretodo mi ginecólogo.
Ya en mi
primera visita, después de la operación, me avisó de lo que podía venir. Yo
estaba muy contenta porque los dolores habían desaparecido y, la verdad, me
encontraba fenomenal, llena de vitalidad.
Allí estaba,
agarrada a mi bolso, sentada en el filo de la silla, mirando a aquel hombre
extraño que más que aconsejarme, parecía acusarme.
Le dije lo
bien que me encontraba, pero él insistía en lo que iba a pasarme:
Engordarás,
tendrás sofocos, se caerá el pelo, te saldrá vello donde antes no tenías, la
piel se volverá seca, échate mucha crema hidratante “por todas partes”; tus
partes íntimas también se resentirán, porque si no tienes relaciones
habitualmente, se atrofiarán. También me
informó de la posible osteoporosis. Y para colmo: se te caerán los pechos. Todo
ello acompañado de grandes aspavientos con las manos.
Yo, que estaba
tan contenta, salí con los ojos como platos, sin dar crédito a lo que me había
dicho. Me veía como un posible ser deforme que daría miedo. Me fui al súper y
compré varias clases de cremas hidratantes, depilatorio a la cera para todas
las partes del cuerpo, ampollas y champú anticaída y, de paso, un tinte para
cambiar un poco de look.
Fue aquí
cuando decidí apuntarme al gimnasio, en el cual me he caído y por lo que
terminaré con un culo de panadera por estar tanto tiempo sentada y sin poder
moverme.
Me miró al
espejo todos los días y me veo guapa, la figura sigue en su sitio y los pechos
también. No se me ha caído el pelo ni tengo más vello.
Ahora pienso
si, quizás, aquel médico estaba enfadado por haber tomado la decisión de
operarme. Después de todo, ya no me iba a ser útil y perdería una clienta.
No me avergüenzo
de mi operación, porque me devolvió la vida que ya no tenía.
Los ovarios no
me hacían más mujer, en mi caso me incapacitaron para serlo plenamente. Ahora
lo soy. Estoy perfecta y me siento libre.
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